Se trata de una técnica que ha sido investigada y desarrollada durante más de 20 años, y se utiliza popularmente en la industria de la belleza para ayudar a mejorar el aspecto de los tejidos de la piel. Además de ser muy eficaz, es un proceso no quirúrgico, rápido e indoloro, pero sí brinda resultados increíbles.
Originalmente utilizado para tratar la parálisis facial, este proceso consiste en aplicar pequeñas corrientes eléctricas en la cara para ayudar a tonificar y tensar los músculos faciales. Se trata de una de las mejores alternativas modernas a los tratamientos tradicionales de lifting facial, consiguiendo resultados similares con menos efectos secundarios.

Se utilizan unos electrodos, en la superficie de la cara para ayudar a transmitir la energía de las pequeñas corrientes a los músculos faciales, siguiendo su dirección y ayudando a restaurar el tono y la elasticidad en la cara.
El tratamiento de electrolifting facial, además de tonificar y tensar los músculos faciales, también:
- Aumenta la circulación sanguínea y linfática.
- Mejora la penetración de los ingredientes activos de las fórmulas de cuidado de la piel.
- Aumenta la producción de colágeno y elastina.
- Aumenta la síntesis de proteínas, la gluconeogénesis y el transporte de la membrana celular.
Los resultados del tratamiento se pueden notar desde la primera sesión; sin embargo, se recomienda que se lleve a cabo un plan de tratamiento para conseguir los mejores resultados. El número de sesiones recomendadas variará de un paciente a otro, dependiendo de los objetivos y necesidades únicas.
A diferencia de los lifting faciales tradicionales y quirúrgicos, los tratamientos faciales con microcorriente son completamente seguros y no tienen efectos secundarios reales.
Sin embargo, las mujeres embarazadas o las personas que padecen de una condición del corazón son las únicas que no pueden recibir un electrolifting facial. Aparte de eso, todas las demás personas pueden someterse a este tratamiento de la piel sin preocupación.
De hecho, se aconseja los tratamientos faciales con microcorriente a todas las personas que puedan recibirlos, ya que los contaminantes tóxicos del aire y del entorno natural provocan daños en la piel, además de los daños naturales que se producen con el tiempo.